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Estados Unidos retrasa la subida de aranceles a la Unión Europea para negociar tras una conversación entre Donald Trump y Ursula von der Leyen.
La conversación telefónica que han mantenido esta semana el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se ha saldado con una nueva pausa en el incremento de los aranceles que pretendía la Administración norteamericana para productos europeos.
Concretamente, según ha informado el presidente Trump a los periodistas, los Estados Unidos no aplicarán un arancel de un 50% a las mercancías procedentes de la Unión Europea, tal y como había amenazado hace unos días, hasta el próximo 9 de julio.
La intención de ambas partes es la de negociar un acuerdo comercial bilateral de largo alcance que evite la actual situación de incertidumbre que pende sobre muchos de los intercambios entre las dos zonas económicas.
Desde su llegada al poder, e incluso desde antes, Donald Trump ha sembrado de dudas el comercio internacional con diversos movimientos y amenazas que han tenido el objetivo claro de intentar beneficiar los intercambios de su país con otras zonas del planeta.
Esta situación ha afectado a los principales mercados bursátiles internacionales y también ha hecho fluctuar fletes y volúmenes, obligando a navieras y cargadores a adaptar sus flujos a unas decisiones que parecen arbitrarias, pero son claramente intencionales, aunque con efectos complejos que van más allá de los inicialmente planteados.
