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Los fondos han llegado ya a acuerdo con DFDS para las rutas de Estrecho ante la necesidad de liquidez. «Día que pasa, día que pierde valor», se apunta
Silvia Fernandez
Día que pasa, día que pierde valor». Con estas palabras se expresaban ayer fuentes de la industria marítima el estado en el que se encuentra la naviera Armas, de origen canario y actualmente propiedad de los fondos de inversión, entre los que se encuentran JPMorgan, Barings, Cheney Capital y Bain, en un 94%. La familia Armas solo tiene el 6%. Según indican estas fuentes, sus números no son tan boyantes como se apunta y además la naviera tiene que afrontar el próximo 30 de junio -en poco más de 15 días un vencimiento de su deuda de casi 50 millones de euros, lo que obliga a vender de forma rápida. Como explican, solo el año que viene los bancos propietarios de Armas tienen que desembolsar algo más de 200 millones de euros por el pago de su deuda.
El elevado pasivo que tiene la compañía y que tiene su origen en la compra en 2018 de Trasmediterránea por cerca de 300 millones es un lastre que ha provocado que la agencia de calificación Moody´s rebaje el rating de su deuda a ‘CCC’ con perspectiva negativa por los problemas de liquidez. No es la primera vez que Moddy´s recela de los niveles de deuda de la naviera y duda de su viabilidad.
El primer paso para comenzar a coger aliento pasa por la venta de uno de sus negocios más rentables: las rutas del Estrecho. Como publicaba esta semana ‘El Confidencial’, la multinacional danesa DFDS ha llegado ya a un preacuerdo con los fondos de inversión para hacerse con la concesión de estas rutas, que genera el 60% del resultado operativo de la compañía. Solo en los meses de verano, en la que se denomina la operación ‘Paso del Estrecho’ Armas realizan más de 3.000 salidas y oferta más de 1,5 millones de plazas entre los puertos de Algeciras, Málaga, Motril y Almería con los puertos de Ceuta, Marruecos y Argelia.
Según El Confidencial, DFDS habría puesto sobre la mesa 300 millones de euros. Precisamente este elevado montante habría sido la razón de que los fondos se hubieran decantado por DFDS en lugar de por Baleària, que también había presentado oferta por estas rutas, según fuentes próximas.
La naviera de Adolfo Utor aspira ahora a la ruta de Alborán y las de Canarias. En el archipiélago entran en el lote tanto las de península como las interinsulares. Aquí Baleària compite con dos ofertas más. Una de ellas es la que ha presentado el empresario Vicente Boluda junto a inversores canarios agrupados en la sociedad Transoceanica Canaria (cada uno al 50%). Entre sus socios dos nombres de relevancia: Germán Suárez (Astican), Rodolfo Núñez (Binter) y Juan Miguel Sanjuan (Satocan), además de otros empresarios isleños que tienen participaciones más reducidas dentro de la sociedad. La otra, un fondo de inversión cuyo nombre no ha trascendido.