Antolín Goya: “El equilibrio social exige que nos movilicemos”

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El canario Antolín Goya lideró desde el sindicato Coordinadora Estatal de Estibadores Portuarios una difícil y exitosa negociación laboral con el Estado.

El pasado 29 de marzo se puso fin a un arduo proceso que se inició hace cinco años y que durante mucho tiempo tuvo en jaque a los puertos en España. La convalidación del Real Decreto-ley 9/2019 en el Congreso de los Diputados da un paso decisivo para culminar el marco normativo de la estiba portuaria que ofrece estabilidad jurídica a empresas y trabajadores y supone un importante logro de los trabajadores portuarios y triunfo histórico de la clase obrera trabajadora en España. Liderando este largo y minucioso proceso estuvo desde el primer momento el tinerfeño Antolín Goya, coordinador general de Coordinadora Estatal de Estibadores Portuarios

Después de tanto tiempo de negociaciones y situaciones de tensión, ahora es momento de apuntalar ese acuerdo y también de felicitarse por el trabajo hecho. ¿No es así?

El conflicto ha durado cinco años desde que se dictó la sentencia por parte del Tribunal de Luxemburgo. En los dos últimos años es cuando la negociación ha sido muy intensa. Estamos contentos y satisfechos del resultado final. Creemos que es un buen resultado para el sector, dando estabilidad y dejando claras cuáles son las normas de futuro. Al mismo tiempo garantiza la opción de ejercer nuestra profesión en unas condiciones dignas. Hemos tenido que luchar por algo que parecía inexplicable: conservar los puestos de trabajo, lo que se conoce como subrogación. Ha sido una lucha de los estibadores pero que afecta a todos los trabajadores y trabajadoras. Si continua la actividad y hay trabajo, las empresas no pueden despedir a los trabajadores, deben garantizarles el empleo. La mayor alegría es haber podido demostrar que existían alternativas para no menospreciar a los trabajadores, sin pasar únicamente por la destrucción de empleo y el deterioro de las condiciones laborales. Desde el primer momento defendimos esa opción y el resultado final nos ha dado la razón, también con el reconocimiento de la Unión Europea.

¿Cuáles son las principales diferencias entre lo que proponía el Partido Popular en el inicio de las negociaciones y lo que se ha conseguido inicialmente?

Lo que proponía el Partido Popular era un despido masivo de todos los trabajadores que desarrollaban la actividad de estiba, sin coste alguno para las empresas, con fondos públicos para liquidar esos contratos, y además eliminando toda la capacidad de negociación de los convenios colectivos. Las empresas, a partir de ese momento, no hubiesen tenido ninguna responsabilidad con ningún trabajador. Lo que se ha conseguido es cumplir con los requerimientos de la sentencia del Tribunal de Luxemburgo, suprimir la obligación de las empresas estibadoras a estar asociadas en la sociedad de estiba; aceptar que las empresas estibadoras son las únicas que pueden constituir unos Centros Portuarios de Empleo para la contratación de los estibadores; y eso se ha podido hacer sin despedir a los trabajadores y sin quitarnos nuestros derechos. Eso no era un requerimiento de la sentencia. Se han hecho los cambios técnicos suficientes en el modelo para cumplir con la sentencia con el logro añadido de mantener nuestras condiciones laborales y nuestra capacidad de negociación.

«Nos hemos acostumbrado a una dinámica muy maliciosa para la sociedad en general y sobre todo para los trabajadores y trabajadoras; el sistema capitalista ha conseguido que no tengamos ilusiones de ir a mejor, sino que nos contentemos con ser mileuristas y que el resto esté igual o peor que yo

Para llegar a este punto, han sido necesarios tres Reales-Decretos-Leyes en menos de dos años…

En efecto, el nombramiento del ministro del Partido Popular, Íñigo de la Serna, fue una mala noticia para nosotros. De inmediato mostró su talante no negociador, cuando en la primera reunión nos dijo que sacaría un Decreto-Ley del que no negociaría ni una coma. Afirmaba que era lo “único” que se podía hacer.

Nuestra reacción fue contundente, nos movilizamos en los puertos y como ciudadanos iniciamos una serie de contactos y conversaciones con todos los grupos parlamentarios exponiendo nuestra posición y alternativas. Logramos que los grupos parlamentarios le doblaran el brazo a un Partido Popular prepotente y que no convalidaran el primer Real Decreto-Ley. Debo reconocer que aunque la mayoría de los grupos nos apoyó en ese momento, los partidos nacionalistas canarios fueron esenciales; tanto el voto de Ana Oramas, de Coalición Canaria, que además fue la primera que nos defendió públicamente frente a unos ataques despiadados del Partido Popular, como el voto de Pedro Quevedo, de Nueva Canarias, así como los contactos que ellos abrieron dentro del Gobierno, propiciaron un ambiente de soluciones y alternativas.

Después, el Partido Popular logró que se convalidara el segundo Real Decreto-ley (8/2017), porque, en el último momento, Ciudadanos y PDeCat lo apoyó a cambio de unas modificaciones positivas para nosotros.

En el peor momento, cuando se cumplía el plazo para derogar todos los convenios sin que el Gobierno hubiera aprobado el Reglamento de desarrollo al que se había comprometido, comprobamos el valor del voto de una diputada en el Congreso. Ana Oramas presentó una enmienda a la Ley de Presupuestos para ampliar el plazo. Todos decían que era lo lógico y justo, pero ninguno se atrevió sino Ana Oramas y sabemos que sufrió muchísimas presiones para que la retirara. Contábamos con el apoyo de otros grupos para que se aprobara, pero no hubiera sido posible sin la enmienda de Ana.

Debo reconocer que en ese momento comprendí la importancia de contar con representantes que no estén condicionados por los intereses generales de los partidos y “puedan” defender a los ciudadanos. Como canario, me sentí orgulloso. Los estibadores de todos los puertos, le debemos la continuidad de nuestros convenios a la valentía de Ana Oramas y al apoyo de Nueva Canarias, y de los grupos socialista, catalanes y vasco.

Y, en el tercer Real Decreto-Ley, ¿cómo lo consiguieron?:

Ha sido una negociación complicada porque se ha tenido que hacer a muchas bandas. Primero con la patronal, con Anesco, en un proceso en los que todos tuvimos que poner de nuestra parte para poder presentar al gobierno una posición conjunta del sector; luego había que explicarle ese acuerdo al Gobierno, detallándole lo positivo y de qué manera se cumplía con el acuerdo, para que el propio Gobierno lo trasladase a la Comisión Europea y cerrara este proceso. Una vez en este punto, había que lograr los apoyos parlamentarios suficientes, en un momento tan complicado como el que vive este país, para que esa reforma saliera adelante.

Todo el trabajo técnico fue muy complejo, pero también hay que reconocer que esta reforma sale adelante por otros factores importantes. Por un lado, el Gobierno Socialista intentó desde el primer momento encontrar una solución de consenso y razonable. Lo tomó como tarea prioritaria una vez asumió esa responsabilidad. También ha sido fundamental el apoyo de la mayoría de los grupos parlamentarios durante todo este proceso.  Primero, con la derrota del Real Decreto Ley del Partido Popular, un hecho histórico en la democracia de este país, sin precedentes; y después en la modificación del segundo Real Decreto Ley que permitiese tener estas vías de negociación que nos han traído hasta aquí. Somos muy conscientes de los grupos parlamentarios que nos han apoyado durante ese complejo proceso. Desde el punto de vista de las Islas, cono indiqué, contamos desde el primer momento con el voto de los diputados nacionalistas canarios que fue esencial para poder paralizar los intereses del popular Íñigo de la Serna; el comportamiento de los diputados canarios fue ejemplar con el compromiso de este colectivo. Si ellos no se hubiesen posicionado firmemente por el empleo, ahora no se podría estar hablando de lo que estamos hablando. Sabemos que el PP presionó a Coalición Canaria y fue muy difícil por el chantaje político al Gobierno de Canarias, que fue tremendo, y eso sólo se puede soportar al existir un compromiso social que esté por encima del compromiso económico. Sólo podemos tener palabras de agradecimiento.

En una negociación, todas las partes ceden. ¿En qué han cedido los estibadores?

El modelo cambia totalmente. Las empresas dejan de tener la obligación de pertenecer a la sociedad de estiba, se crean los nuevos centros portuarios y nos obliga a estar en una situación de competitividad permanente, que es algo que ya veníamos haciendo de manera oficiosa, dado que el panorama internacional de trabajo ya deparaba esas exigencias. Ahora, eso que ya se hacía, se le ha dado forma jurídica.

Ante todo, estamos hablando también de la importancia que tiene mantenerse firme como colectivo ante un conflicto laboral de estas magnitudes…

Independientemente del resultado y de los intereses del propio colectivo de estibadores portuarios, creemos que es importante que la masa obrera de este país salga del letargo. Nos hemos acostumbrado a una dinámica muy maliciosa para la sociedad en general y sobre todo para los trabajadores y trabajadoras; el sistema capitalista ha conseguido que no tengamos ilusiones de ir a mejor, sino que nos contentemos con ser mileuristas y que el resto esté igual o peor que yo. Somos los que creamos riqueza con nuestro trabajo: debemos luchar para que se redistribuya y no que se concentre en unos pocos. El motor económico de este país somos los trabajadores; es lícito el querer ser partícipe de los beneficios que genera cualquier sector y para poder seguir creando riqueza los trabajadores tenemos derecho a un trabajo digno que esté remunerado en condiciones aceptables en función de las características del sector. Eso sólo se consigue si tenemos una visión general como trabajadores y salimos de ese letargo para reivindicar con unidad. No sólo se consigue ejerciendo el voto una vez cada cuatro años.

Para que haya equilibrio social, es necesario la existencia de contrapesos al capital y las organizaciones de trabajadores deben ser fuertes. Eso solo se consigue con la unidad de los trabajadores y trabajadoras y es lo que hemos logrado, con trabajo y conciencia, los estibadores portuarios. Estamos dispuestos a compartir nuestra experiencia.

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